mientras yo me reflejo en los fríos cristales que me cubren de tí
sé que me ves; aunque juegas a que estoy oculto
mientras ríes en un recuerdo que vaga por mi mente
uno de aquellos en el que siempre estas presente.
Sé que deseas hablarme pero es ya demasiado tarde.
Sólo quedan los fragmentos pasados,
Aquellos momentos dorados
Donde creía en la luna de queso
Y en el zapato de cristal que recogí en una noche lluviosa con doce trinos emplumados.
Recuerdo aquella noche en que vi asomarse a las estrellas entre tus labios
Y a la luna llena florecer en tus pupilas
El silencio de la seda que acariciaba mi piel mientras cubría la tuya
Y el estruendo de un corazón traicionado.
Pienso en las horas que pasamos juntos
En el tiempo infinito, testigo de amor,
Abogado del diablo, una carta y una flor.
De nuevo me veo envuelto en aquella ancha vereda
Aquella que alguna vez la llenamos con caricias y sonrisas.
Poco a poco te alejas de mi mente, de mi boca y de mis ojos
Mientras mi corazón cuelga tu recuerdo en un estante de cristal.
Ahora solo me queda un viejo reflejo
en aquellos espejos
que un día enmarcaron nuestra felicidad.
17/11/09
