PATA DE CONEJO


Muchas son las personas que al caminar por la calle llevan consigo ya sea en el llavero o en el cierre de la mochila una pequeña motita blanca o moteada, fácilmente identificable como una cola o pata de conejo.

Esta tradición tiene orígenes mágicos que incluso están relacionados al totemismo; es decir que en la antigüedad cada pueblo tenía un animal sacro a quien adoraban y atribuían poderes sobrenaturales.

Uno de estos pueblos eran los celtas, quienes pensaban que el conejo al pasar tanto tiempo debajo de la tierra; debía tener una comunicación especial con ella.

Hay que recordar también que esta tradición empieza con la liebre que por su parecido con el conejo, se les unió en el folklor terminando por dominar la presencia del conejo por ser más común que el otro.

Así mismo, a la liebre se le atribuía una suerte de sabiduría por nacer con los ojos abiertos (cosa que no pasa con el conejo ni con el hombre).

Por último, también se pensaba que una articulación intacta de conejo podía curar reumatismo entre otros males musculares o del sistema óseo.

Además; su fecundidad contribuyo a la fama de prosperidad y buena fortuna.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

que conejito tan tierno, me hace recordarte :)